lunes, 14 de septiembre de 2009

LA PORNOGRAFÍA: PRIMER PASO A LA FORNICACIÓN

En muchos países, la pornografía aparece por todos lados: en los puestos de revistas, las canciones, los programas de televisión y en millones de páginas de Internet.* ¿Se trata de picardía inofensiva, como dicen algunos? De ningún modo. Quienes recuren a ella pueden hundirse en el vicio de la masturbación y alimentar "apetitos sexuales vergonzosos". En último término, pudieran volverse adictos al sexo, abrigar deseos pervertidos, sufrir discordias maritales, e incluso llegar al divorcio {...}. Según una autoridad de la materia, la adicción al sexo es como el cáncer: "No deja de crecer y de extenderse, rara vez retrocede, y es muy difícil tratarla y erradicarla".



* Con el término pornografía nos referimos a la representación (con imágenes, textos o voces) de escenas eróticas destinadas a excitar. Puede ir desde la foto de una persona en pose lasciva hasta la exhibición de los actos más aberrantes entre dos o más individuos.

¿QUÉ ES LA FORNICACIÓN?

En la Biblia, el termino fornicación (en griego pornéia) designa todas las clases de relaciones sexuales ilícitas, es decir, las que tienen lugar fuera del marco de un matrimonio válido a los ojos de Dios. Abarca tanto el adulterio como los actos sexuales entre un hombre y una mujer solteros, o con una persona dedicada a la prostitución. Practicar el coito oral o anal con alguien con quien no se está casado, o manipularle los genitales, también es fornicación. Y la situación no cambia si en los actos antes indicados interviene alguien del mismo sexo o incluso un animal.