No podemos saber a ciencia cierta la fecha del nacimiento de Jesús, ya que la Biblia no la menciona en ninguno de sus 66 libros. Pero, hay algo de lo que si podemos estar seguros, no fue el 25 de diciembre como creen algunas iglesias de la cristiandad. ¿Por qué podemos afirmar esto? Para empezar, porque en Israel esa fecha cae en el frío invierno, mientras que como indica Lucas 2:8-11, el día del nacimiento de Jesús había "pastores que vivían en campo raso" con sus rebaños. (Es lógico que no se quedaban todo el año al aire libre, pues de ser así no tendría sentido resaltar este detalle.) Y en invierno suelen caer en Belén frías lluvias e incluso nieve, razón por la cual los pastores no se quedaban "a campo raso" cuidando las ovejas, por el contrario las guardaban a cubierto. No hay que olvidar el motivo por el que José y María habían ido a Belén: para cumplir con el censo ordenado por Augusto (Lucas 2:1-7). Es muy improbable el echo de que, sabiendo la antipatía que sentían los judíos por Roma, aquel emperador los obligara a viajar a las ciudades de sus antepasados en pleno invierno.
En ese caso, ¿donde están las raíces de la navidad? Pues, no en la Biblia, sino en antiguas festividades paganas. Una de las cuales recibía el nombre de saturnales y era para alabar al dios Saturno, dios romano de la agricultura. Otra era "el nacimiento del ´Sol invencible`", que, según la Enciclopedia de la Religión Católica, tenía lugar el 25 de diciembre, día sagrado para los devotos del dios solar Mitra. Esta obra añade que "la iglesia comenzó celebrando el nacimiento de {Cristo}" en esa fecha "para hacer concurrencia a esta fiesta pagana consegrada al nacimiento del Sol natural (Mitra)". Y hay que destacar que esto ocurrió unos trecientos años después de la muerte de Jesús. Durante estas festividades, los paganos intercambiaban regalos y hacían banquetes, practicas que se han conservado en las navidades.
¿Y, si alguien protesta diciendo:"¿Acaso no le hicieron regalos los magos a Jesús para celebrar su nacimiento?"?. En realidad, no. Aquellos astrólogos le hicieron obsequios en reconocimiento de que era un personaje ilustre, según la costumbre de tiempos bíblicos (1 Reyes 10: 1,2,10,13; Mateo 2:2,11). Lo que es más, no fueron a verlo al pesebre el día de su nacimiento, sino que lo visitaron en su casa varios meses después.
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